El Obispo de Córdoba (España), Mons. Demetrio Fernández, envió su carta pastoral semanal en la que habla del próximo nacimiento de Jesús y en la que asegura que "el misterio de la Navidad consiste en la cercanía de Dios que entra en nuestras vidas".

"El niño que va a nacer no es un niño cualquiera. Es el Hijo eterno de Dios. El existe desde siempre, con el Padre y el Espíritu Santo", explica el Prelado y subraya que precisamente por su naturaleza divina "nuestra primera actitud ante este Niño que nace es la actitud de adoración, que sólo Dios merece: no adoréis a nadie más que a Él. Nos postramos profundamente ante quien nos supera y nos desborda, porque es el creador de todo y en él hemos sido pensados y creados desde toda la eternidad. A este niño a quien queremos, podemos decirle con toda propiedad: ¡Te adoro!".

Por eso, el Obispo de Córdoba afirma que "el misterio de la Navidad consiste en la cercanía de Dios que entra en nuestras vidas de manera asombrosamente cercana. Cómo íbamos a imaginar que Dios se acercara tanto, hasta hacerse uno de nosotros, para que lo podamos acoger en nuestros brazos".

Recordando las palabras de San León Magno, el Prelado explica también que la Navidad "es el misterio del Hijo de Dios hecho hombre, para que los hombres seamos hechos hijos de Dios. 'Reconoce, cristiano, tu dignidad'".

"He aquí la raíz más honda de toda dignidad humana y de todos los derechos humanos. La persona vale porque está hecha a imagen y semejanza de Dios, y de ahí nace la igualdad fundamental que elimina toda discriminación. Eres persona humana, tienes una dignidad inviolable y unos derechos, desde el inicio de tu vida hasta su final natural", asegura.

Mons. Demetrio Fernández pone como ejemplo sublime de este misterio a la Virgen María, "la cercanía de Dios hasta los hombres se realiza a través de María, el lugar del encuentro de Dios con los hombres y de los hombres con Dios se realiza en el seno virginal de María".

Por eso, Mons. Fernández, pide que se viva la Navidad como lo hacen los niños. "La Navidad es nueva cada año. Pueden repetirse los adornos, las costumbres, nuestra pequeña capacidad de acogerla. Pero la Navidad siempre es nueva y sorprendente. Vivámosla con el asombro de un niño ante lo nuevo. La vivimos acercándonos a este Niño, que es el Hijo de Dios hecho hombre", afirmó.