La labor de la Iglesia a nivel mundial atraviesa momentos dramáticos debido a la violencia. En el último año se duplicó el número de asesinatos de agentes pastorales entre sacerdotes, religiosas y laicos en todo el mundo.

Según los datos ofrecidos por la agencia vaticana Fides, en el año 2013 ocurrieron 22 asesinatos, una cifra muy superior a los 13 casos registrados en 2012.

De acuerdo a Fides, la mayoría de las víctimas fueron asesinadas en intentos de robo o hurto, y en algunos casos fueron agredidas con ferocidad.

Entre las víctimas se cuentan 19 sacerdotes, una religiosa y dos laicos que murieron de forma violenta. América Latina fue por quinto año consecutivo el lugar del mundo donde más ocurren asesinatos de este tipo.

Siete sacerdotes murieron en Colombia; cuatro en México; uno en Brasil; uno en Venezuela; uno en Panamá; y otro en Haití.

En el continente africano un sacerdote fue asesinado en Tanzania, una religiosa en Madagascar, una laica en Nigeria, mientras que en Asia fueron asesinados un sacerdote en India; otro en Siria; y un laico en Filipinas. En  Europa fue asesinado un sacerdote en Italia.

La agencia Fides resaltó que esta lista de asesinatos no trata sólo de los misioneros ad gentes en sentido estricto, sino de todos los agentes pastorales asesinados de forma violenta.

Durante el año 2013 se abrieron algunas causas de canonización relacionadas con este tipo de asesinatos, como las seis misioneras italianas de las Hermanas Pobres de Bérgamo, muertas en Congo en el año 1995 víctimas del virus ébola que contrajeron por no abandonar a la población privada de asistencia sanitaria, y a quienes se las ha definido como "mártires de la caridad".

Durante este último año también se completó la fase diocesana del proceso de beatificación de Luisa Mistrali Guidotti, miembro de la Asociación Femenina Médico Misionera, asesinada en 1979 en la entonces Rhodesia –entre Zambia y Zimbabue-, mientras acompañaba a una parturienta al hospital en situación de riesgo.

Durante 2013 también se inició el camino para la beatificación del Padre Mario Vergara, misionero del Pontificio Instituto para las Misiones Extranjeras (PIME), así como del catequista laico Isidoro Ngei Ko Lat, asesinado por odio a la fe en Myanmar en 1950.

Sin embargo, sigue causando gran preocupación el destino de muchos otros agentes pastorales secuestrado o desaparecidos, de los cuales no ha habido noticias, como es el caso de los tres sacerdotes congoleños Agustinos de la Asunción, secuestrados en Kivu del Norte, en la República Democrática del Congo en octubre de 2012.