"¡El que practica la misericordia no teme a la muerte!", fue el clamor del Papa Francisco esta mañana en su catequesis de la audiencia general, en medio del intenso frío de la Plaza de San Pedro en donde miles de fieles escucharon con atención la reflexión del Santo Padre sobre la vida eterna y la esperanza que da la resurrección de Cristo.
El Santo Padre afirmó que "la solidaridad en el compartir el dolor e infundir esperanza es premisa y condición para recibir en herencia ese Reino preparado para nosotros. El que practica la misericordia no teme la muerte. Piensen bien en esto: ¡el que practica la misericordia no teme la muerte! ¿Están de acuerdo? ¿Lo decimos juntos para no olvidarlo? El que practica la misericordia no teme la muerte. Y ¿por qué no teme la muerte? Porque la mira a la cara en las heridas de los hermanos y la supera con el amor de Jesucristo".
El Papa explicó que "entre nosotros comúnmente, hay una forma equivocada de mirar la muerte. La muerte nos atañe a todos y nos interroga de forma profunda, en especial cuando nos toca de cerca, o cuando golpea a los pequeños, los indefensos de una manera que nos resulta 'escandalosa'. A mí siempre me impactó la pregunta: ¿por qué sufren los niños? ¿Por qué mueren los niños?"