El Papa Benedicto XVI elevó sus oraciones y expresó su profunda consternación y su solidaridad para con los amigos y familiares de las 231 personas que fallecieron y los más de 200 heridos tras un incendio el fin de semana en una discoteca en la ciudad de Santa María, estado de Rio Grande do Sul, en Brasil.
A través de su Secretario de Estado, Cardenal Tarcisio Bertone, el Santo Padre expresó su cercanía también con los 116 jóvenes que aún se encuentran hospitalizados.
El incendió se produjo luego que la banda de músicos que tocaba en la discoteca Kiss encendiera unas bengalas cuyas chispas alcanzaron el techo del local, altamente inflamable y el fuego arrasara con el local al que asistían cientos de muchachos, en su mayoría universitarios entre 18 y 23 años de edad.