El Papa Benedicto XVI expresó hoy su preocupación por el azote del SIDA, la prostitución y el tráfico de mujeres y niños en los países asiáticos y denunció que tanto la “decadencia de valores morales” como la “banalización de la sexualidad” en las empresas de medios de comunicación y entretenimiento, “llevan a la degradación de las mujeres y al abuso de los niños”. La complejidad de “esta horrible explotación humana”, señaló, “exige respuestas internacionales coordinadas".
Así lo expresó el Pontífice al recibir esta mañana en el Vaticano a los nuevos embajadores ante la Santa Sede de Tailandia, Seychelles, Namibia, Gambia, Surinam, Singapur y Kuwait.
En un discurso común, en francés, a todos los embajadores, Benedicto XVI resaltó la importancia de su función diplomática en demostrar que “en todas las situaciones de la vida internacional, el diálogo debe imponerse sobre la violencia, y que el deseo de paz y de fraternidad debe prevalecer sobre los contrastes y el individualismo”.