En su primera audiencia general de este año 2013, el Papa Benedicto XVI señaló que la Navidad del Niño Jesús recuerda que nada es imposible para Dios que siempre actúa y obra maravillas en la vida de los hombres.
En el aula Pablo VI ante miles de fieles presentes, el Santo Padre dedicó su catequesis a explicar el origen de Jesús, cuya Natividad "ilumina una vez más con su luz la oscuridad que a menudo rodea nuestro mundo y nuestros corazones, trayendo esperanza y alegría".
El Papa explicó que como la Sagrada Familia de Nazaret, de donde surge el Niño Jesús, se puede aprender que "siempre, aun en medio de las dificultades más arduas que hay que afrontar, debemos confiar en Dios, renovando la fe en su presencia y en su acción en nuestra historia, como en la de María ¡Nada es imposible para Dios! Con Él, nuestra existencia camina siempre sobre un terreno seguro y está abierta a un futuro de esperanza firme".