En el marco de la 18° asamblea general de la Pontificia Academia para la Vida en el Vaticano, el Papa Benedicto XVI afirmó que “la unión del hombre y la mujer en esa comunidad de amor y vida que es el matrimonio, es el único ‘lugar’ digno de la vocación a la existencia de un nuevo ser humano, que es siempre un don”.
“La dignidad humana y cristiana de la procreación, de hecho, no consiste en un 'producto', sino en su relación con el acto conyugal, expresión del amor de los cónyuges, de su unión no sólo biológica sino también espiritual”.
En su discurso dirigido a los más de 200 participantes en la asamblea, que abordará este año el asunto del “Diagnóstico y tratamiento de la infertilidad”, el Santo Padre remarcó que este tema, además de su importancia humana y social, “tiene un valor científico peculiar, y expresa la posibilidad real de un diálogo fecundo entre la investigación ética y biomédica”.