13 de agosto de 2012 / 11:28 AM
El Papa Benedicto XVI hizo un llamado a la solidaridad tras el terremoto ocurrido en Irán que ha cobrado la vida de unas 300 personas, y las lluvias torrenciales en Filipinas y China en donde han fallecido otras varias decenas.
Al concluir el rezo del Ángelus dominical y hablando en italiano, el Santo Padre dijo: "queridos hermanos y hermanas, mi pensamiento va en este momento a las poblaciones asiáticas, en particular de Filipinas y de la República Popular China, duramente golpeadas por violentas lluvias, como también las del noroeste de Irán, afectadas por un violento terremoto".
Según informa la agencia Efe, en Irán murieron unas 306 personas, la mayoría de las cuales son mujeres y niños. Resultaron heridas más de 3 mil. Se informó además que la cifra de víctimas mortales podría aumentar.