El secretario personal del Papa Francisco, Mons. Alfred Xuereb, reveló aspectos poco conocidos de la vida cotidiana del Pontífice en el Vaticano.
Según este cercano colaborador, el Pontífice olvida sus dolencias físicas para estar cerca de la gente, y si necesita hacer una pausa no opta por tomar una siesta sino por rezar el Rosario.
"Créame ¡No pierde un solo minuto! Trabaja incansablemente. Y cuando siente la necesidad de tomar una pausa, no es que cierre los ojos y no haga nada: se sienta a rezar el Rosario. Creo que reza al menos tres Rosarios al día. Me dice: 'Esto me ayuda a relajarme'. Después retoma el trabajo".