15 de agosto de 2013 / 06:05 AM
En la homilía de la Misa que presidió esta mañana en la Plaza de la Libertad en Castel Gandolfo, el Papa Francisco reflexionó sobre la fiesta de la Asunción de la Virgen que la Iglesia celebra hoy y dijo que Santa María es escuela de paciencia y esperanza, no nos deja solos, nos acompaña siempre y sostiene a los cristianos en el combate contra las fuerzas del mal.
Ante miles de fieles presentes, el Santo Padre planteó la reflexión a partir de la fiesta de la Asunción de la Virgen y tres palabras que se relacionan a este acontecimiento: lucha, resurrección y esperanza.
"El pasaje del Apocalipsis presenta la visión de la lucha entre la mujer y el dragón. La figura de la mujer, que representa a la Iglesia, es por una lado gloriosa, triunfante, y del otro aún en trabajo. Así, en efecto, es la Iglesia: si es la del Cielo ya está asociada a la gloria de Su Señor, en la historia vive continuamente las pruebas y los desafíos que comporta el conflicto entre Dios y el maligno, el enemigo de siempre. Y en esta lucha que los discípulos de Jesús deben afrontar - todos nosotros, todos los discípulos de Jesús debemos afrontar esta lucha - María no nos deja solos, la Madre de Cristo y de la Iglesia está siempre con nosotros".