12 de noviembre de 2012 / 10:50 AM
El Papa Benedicto XVI señaló hoy que es bello ser anciano y por lo tanto en sus rostros no debe estar nunca la tristeza, ya que son una riqueza para la sociedad y una escuela de vida para las jóvenes generaciones.
En su discurso a los que habitan y sirven como voluntarios en la casa "Vivan los ancianos" de la comunidad de San Egidio en Roma, el Santo Padre resaltó que "los ancianos son un valor para la sociedad, sobre todo para los jóvenes".
"No podemos tener un verdadero crecimiento humano y una educación sin el contacto fecundo con los ancianos, porque su misma existencia es como un libro abierto en el cual las jóvenes generaciones pueden encontrar preciosas indicaciones para el camino de la vida".