El Papa Francisco recibió esta mañana al secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Ban Ki Moon, con quien abordó la actual crisis en la península coreana y la violencia en Siria, entre otros temas de interés recíproco.

"En particular se ha hablado de las situaciones de conflicto y de grave emergencia humanitaria, sobre todo en Siria, y de otras, como las de la península coreana y del continente africano, donde la paz y la estabilidad se ven amenazadas", informó la Sala de Prensa de la Santa Sede.

Explicó que el encuentro entre ambos líderes "se sitúa en la línea de las audiencias que los pontífices conceden a los diversos Secretarios Generales de las Naciones Unidas y expresa la estima de la Santa Sede por el papel clave de las Naciones Unidas en la defensa de la paz en el mundo, en la promoción del bien común de la humanidad y en la tutela de los derechos fundamentales del ser humano".

En ese sentido, la reunión también sirvió para abordar problemáticas como la "trata de personas, especialmente de las mujeres, y los de los refugiados y emigrantes".

"El Secretario General de la ONU, que ha iniciado hace poco su segundo mandato, ha presentado su programa para el próximo quinquenio, centrado, entre otras cosas en la prevención de los conflictos, la solidaridad internacional y el desarrollo económico ecuo y sostenible", añadió el comunicado.

Por su parte, el Papa Francisco recordó también "la aportación de la Iglesia Católica, a partir de su identidad y de los medios que le son propios, en favor de la dignidad humana integral y de la promoción de una 'cultura del encuentro' que concurra a los fines institucionales más elevados de la ONU".