El Papa recibió hoy en audiencia a los representantes pontificios, con ocasión del Año de la Fe, en la Sala Clementina del Palacio Apostólico, donde advirtió que en esta vida ¨nómada¨ existe el peligro, incluso para los hombres de Iglesia, de "ceder al espíritu del mundo, que te hace actuar por la propia realización y no por la gloria de Dios, esa especie de 'burguesía del espíritu y de la vida', que incita a acomodarse, a buscar una vida confortable y tranquila¨.
Tras las palabras del Cardenal Tarcisio Bertone, el Santo Padre se dirigió a los nuncios con "simples pensamientos", "palabras no formales sino provenientes de dentro del corazón", sobre algunos aspectos que calificó de existenciales sobre la labor que desempeñan los representantes pontificios.
"Vuestra vida -dijo- es una vida de nómadas. Cada tres, cuatro años cambian de lugar, pasan de un continente a otro, de un país a otro, de una realidad de Iglesia a otra, a menudo muy diferentes; siempre con la maleta en la mano. Y esto implica la mortificación, el sacrificio de despojarse de cosas, de amigos, de relaciones y comenzar siempre desde cero. Esto no es fácil".