El Papa Benedicto XVI señaló que los religiosos y consagrados deben ser testigos de fe creíbles para la Iglesia Católica y para el mundo de hoy, al presidir hoy el rezo de las Vísperas en la fiesta de la presentación del Señor y la 16º Jornada de la Vida Consagrada.
Ante una abarrotada Basílica de San Pedro, el Papa explicó que el episodio del Evangelio de la presentación del Niño Jesús "constituye un significativo icono de la donación de la propia vida por parte de cuantos han sido llamados a representar en la Iglesia y en el mundo, mediante los consejos evangélicos, los rasgos característicos de Jesús, virgen, pobre y obediente, el Consagrado del Padre".
"En la fiesta de hoy celebramos el misterio de la consagración: consagración de Cristo, consagración de María, consagración de todos aquellos que se colocan en las filas de Jesús por amor del Reino de Dios", agregó.