La Diócesis de Astorga (España) ha puesto en marcha una delegación episcopal para la protección de los menores y acompañamiento a las víctimas de abusos.

Según anunciaron, María José Díez Alonso, psicopedagoga y psicóloga, especialista en psicología jurídica y forense con experiencia en victimología, estará al frente de esta delegación.

Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram

Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:

Esta nueva delegación será dependiente de la Vicaría General y está compuesta por Ana Belén Fraile, abogada experta en derecho civil y canónico, y el sacerdote diocesano José Antonio Crespo, como padre espiritual.

Como asesores la delegación contará con una víctima de fuera de la Diócesis de Astorga, la delegada de medios de comunicación y el vicario judicial.

Durante la presentación, Mons. Juan Antonio Menéndez, Obispo de Astorga, afirmó que ha creado esta delegación "ante la necesidad de ofrecer acompañamiento psicológico, espiritual y legal a las víctimas de abusos", ya que, según precisó, "las víctimas deben ser acompañadas y escuchadas siempre, por personas que tengan experiencia y puedan ser eficaces".

Además subrayó que uno de sus principales objetivos es conseguir que "la diócesis sea un espacio seguro" para que los padres y tutores de menores "tengan toda la seguridad para seguir confiando a los hijos a las catequesis y colegios".

Mons. Menéndez es también el Presidente de la Comisión de la Conferencia Episcopal Española para la actualización de los protocolos de actuación ante los casos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes o religiosos.

La responsable de la delegación de la Diócesis de Astorga, María José Díez Alonso, manifestó a las víctimas la disposición de todo el equipo "para escucharlas y atenderlas en todo aquello que puedan necesitar".

"Entendemos su rabia, su frustración y su pena y esperamos que podamos ayudarlas en la reparación del daño del que han sido víctimas y que nunca tenía que haber ocurrido", aseguró Díez.

Además del acompañamiento a las víctimas, Díez subrayó que también desarrollará una importante labor de "formación de los agentes pastorales, sacerdotes catequistas y otras personas que están en contacto directo con niñas, niños y adolescentes", para conseguir espacios seguros.

También se cuidará especialmente la aplicación del protocolo diocesano de prevención y actuación frente a abusos sexuales a menores y se seguirá de manera estrecha los procesos de maduración afectiva de seminaristas y candidatos al sacerdocio.

También han habilitado un mail de contacto proteccionmenores@diocesisastorga.es