"Nadie debe estar obligado a utilizar sus habilidades creativas para promover a una causa que va en contra de sus conciencias. Las llamadas Leyes de igualdad están mostrando un desequilibro y haciendo cada vez más difícil la situación para los ciudadanos, especialmente los cristianos", advirtió.
Hart cuestionó si "¿imaginaríamos un alboroto semejante si la Comisión de igualdad dice que un panadero concienciado con el medio ambiente se negara elaborar un pastel diciendo 'Apoyo el fracking' (término anglosajón para referirse a una técnica de extracción de gas rechazada por los ecologistas)? O si amenazaran una panadería feminista por negarse a imprimir una tarta con la leyenda 'Sharia para Reino Unido'?".
"Millones de personas que no están de acuerdo en conciencia con el pseudomatrimonio gay lo pueden pagar caro, con las intimidaciones y las amenazas de acciones legales que arrojan contra ellos los defensores de lo políticamente correcto", señaló, advirtiendo además que este caso "establece un peligroso precedente sobre el poder del estado sobre una persona o empresa para obligarles a ir en contra de sus creencias más profundas".
El gobierno de Irlanda del Norte, demandó, "debe tomar medidas urgentes para abordar esta injusticia, introduciendo en la legislación medidas que supongan una razonable protección para quienes, por razones religiosas, de pensamiento o de conciencia, defienden que el matrimonio es la unión permanente de un hombre y una mujer".