17 de octubre de 2017 / 05:05 PM
El camino a la santidad sí es posible en la vida conyugal. Los primeros en dar testimonio son la Santísima Virgen María y su esposo San José, así como los abuelos de Jesús y padres de la Virgen: San Joaquín y Santa Ana.
Los Santos Louis Martin y Marie Zélie Guérin, padres de Santa Teresita de Lisieux, canonizados el 18 de octubre de 2015, conforman la primera pareja de esposos en ser canonizados en la misma ceremonia.
Desde el inicio del cristianismo una numerosa lista de esposos alcanzaron la santidad a través del martirio como los cónyuges Áquila (o Aquilino) y Priscila, colaboradores del apóstol Pablo que expusieron sus propias vidas para protegerlo según relata el Nuevo Testamento. Gracias a su testimonio sabemos que "toda casa puede transformarse en una pequeña iglesia. No sólo en el sentido de que en ella tiene que reinar el típico amor cristiano, hecho de altruismo y atención recíproca, sino más aún en el sentido de que toda la vida familiar, en virtud de la fe, está llamada a girar en torno al único señorío de Jesucristo", según dijo Benedicto XVI en 2007.