Cultura del bienestar adormece y no deja seguir a Jesús, alerta el Papa

Cultura del bienestar adormece y no deja seguir a Jesús, alerta el Papa

En su habitual homilía de la Misa que celebró esta mañana en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco advirtió que la cultura del bienestar, que adormece y hace perezosas a las personas, así como la fascinación por lo provisional, no permiten seguir a Jesús.

Meditando en el pasaje del joven rico, que se entristece porque Jesús le pide dejarlo todo, el Papa alentó a hacer un examen de consciencia sobre las "riquezas" que hoy en día impiden acercarse al Señor.

El Santo Padre dijo que "las riquezas son un obstáculo" que "no hace fácil el camino hacia el Reino de Dios". Por lo demás, advirtió, "Cada uno de nosotros tiene sus 'riquezas'". Existe siempre, explicó, una riqueza que nos "impide acercarnos a Jesús". Y esto hay que detectarlo. Todos, continuó, "tenemos que hacer un examen de consciencia sobre cuáles son nuestras riquezas, porque nos impiden acercarnos Jesús en el camino de la vida".

Francisco se refirió a dos "riquezas culturales": ante todo la "cultura del bienestar, que nos hace poco valientes, nos hace perezosos, nos hace también egoístas". El bienestar, constató el Obispo de Roma, "nos adormece, es una anestesia":

"'No, no, más de un hijo no, porque no podremos ir de vacaciones, no podremos ir a tal lugar, no podremos comprar la casa'. Está bien seguir al Señor, pero hasta un cierto punto. Esto es lo que hace el bienestar: todos sabemos bien cómo es el bienestar, pero esto nos destruye, nos despoja de aquel valor, de aquel coraje fuerte para acercarnos a Jesús. Esta es hoy la primera riqueza de nuestra cultura, la cultura del bienestar".

Existe además, agregó, "otra riqueza en nuestra cultura", una riqueza que nos "impide acercarnos a Jesús: es la fascinación de lo provisional". Nosotros, observó el Papa, estamos "enamorados de lo provisional". Las "propuestas definitivas" que nos hace Jesús, puntualizó, "no nos gustan". En cambio nos gusta lo pasajero, porque "tenemos miedo del tiempo de Dios" que es definitivo:

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"Él es el Señor del tiempo, nosotros somos los señores del momento. ¿Por qué? Porque en ese instante somos los que mandan: hasta aquí sigo al Señor, después se verá… Una vez supe de uno que quería ser sacerdote, pero sólo por diez años, no más … Cuántas parejas, cuántas parejas se casan, sin decirlo, pero pensándolo con el corazón : 'hasta que dure el amor y después se verá…' La fascinación de lo provisional: ésta es una riqueza".

El Papa Francisco afirmó que "debemos convertirnos en dueños del tiempo, hacemos breve el tiempo reduciéndolo al momento. Estas dos riquezas son aquellas que en este momento nos impiden ir hacia adelante. Pienso en tantos, tantos hombres y mujeres que han dejado la propia tierra para ir como misioneros por toda la vida: ¡aquello es lo definitivo!".

"Pero también, aseguró, pienso en tantos hombres y mujeres que "han dejado la propia casa para hacer un matrimonio por toda la vida"; ¡aquello es "seguir a Jesús de cerca! ¡Es lo definitivo!". Lo provisional, repitió el Papa Francisco, "es no seguir a Jesús ", ese es "territorio nuestro":

"Ante la invitación de Jesús, ante estas dos riquezas culturales pensamos en los discípulos: estaban desconcertados. También nosotros podemos estar desconcertados por estas palabras de Jesús. Cuando Jesús explicaba alguna cosa estaban aún más desconcertados".

Para concluir el Santo Padre animó a pedirle "al Señor que nos dé el valor de ir adelante, despojándonos de esta cultura del bienestar, con la esperanza – al final del camino, donde Él nos espera - en el tiempo. No con la pequeña esperanza del momento que no sirve más. Así sea".

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