Un grupo de ciudadanos cubanos enviaron una solicitud a la alta comisionada de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet, para que se investiguen las muertes del fundador del Movimiento Cristiano Liberación (MCL), Oswaldo Payá; y del activista Harold Cepero, ocurridas el 22 de julio de 2012.
Payá y Cepero fallecieron cuando iban en automóvil hacia el oriente de Cuba para difundir la plataforma El Camino del Pueblo. Según el Gobierno comunista, un exceso de velocidad hizo que el vehículo se saliera de la autopista y se estrellara.
Sin embargo, el MCL dio a conocer mensajes de texto enviados por el español Ángel Carromero, que conducía el automóvil donde iban los opositores, alertando de que un vehículo los seguía y que estaban siendo embestidos. Tiempo después, el sueco Jens Aron Modig que también iba con los disidentes, confirmó la existencia de los mensajes.