Mary Elizabeth Hesselblad fue una conversa luterana en Suecia a quien los judíos consideran "Justa entre las Naciones" – un título que podría equipararse a la canonización en esa religión – por haber salvado a muchos perseguidos durante la Segunda Guerra Mundial.
Por muchos años se dedicó a asistir como enfermera a los enfermos en Estados Unidos. Allí, con el contacto con pacientes católicos, su caridad, oración, estudio y devoción filial a la Virgen María la condujeron decididamente hacia la Iglesia Católica.
El 9 de septiembre de 1911 la Sierva de Dios, comenzando con 3 jóvenes postulantes inglesas, refundó la Orden del Santísimo Salvador de Santa Brígida (había profesado sus votos en 1906) con la misión de orar y trabajar especialmente por la unión de los cristianos de Escandinavia con la Iglesia Católica.
Durante y después de la segunda Guerra Mundial, Mary Elizabeth realizó una intensa obra de caridad a favor de los pobres y de los perseguidos por leyes de racismo; y promovió un movimiento por la paz con católicos y no católicos, trabajando fuertemente en el ecumenismo.