10 de octubre de 2012 / 10:09 AM
El Papa Benedicto XVI dijo esta mañana en la habitual catequesis de la audiencia general que los documentos del Concilio Vaticano II son "una brújula que permite a la barca de la Iglesia navegar en mar abierto, en medio de las tempestades o de la calma, para llegar a la meta".
Ante miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro y en la víspera del inicio del Año de la Fe que ha convocado en ocasión del 50 aniversario del Concilio, el Santo Padre dijo en español que "debemos aprender las lecciones más simples y fundamentales del Concilio, a saber: que el cristianismo en su esencia consiste en la fe en Dios y en el encuentro con Cristo, que orienta y guía la vida".
"Lo más importante hoy, como era el deseo de los Padres conciliares, es que se vea, de nuevo, con claridad, que Dios está presente, nos mira, nos responde; y que, por el contrario, cuando falta la fe en Él, cae lo que es esencial, porque el hombre pierde su dignidad".