El Papa Benedicto XVI alentó a los católicos a centrar la propia vida en Dios, fuente de toda alegría, a ejemplo de la Virgen María que en el canto del Magnificat expresa su adhesión plena al Señor.
Así lo indicó el Santo Padre al dirigirse a los fieles reunidos en la Gruta de la Virgen de Lourdes de los Jardines Vaticanos, con motivo de la conclusión del mes de mayo, dedicado a la Madre de Dios. Tras la procesión desde la iglesia de San Esteban de los Abisinios hasta ese lugar el Papa dirigió algunas palabras a los presentes.
"Esta tarde –dijo– queremos dirigirnos al Corazón Inmaculado de María con renovada confianza, para dejarnos contagiar por su alegría, que encuentra su manantial más profundo en el Señor".