Dos sacerdotes fueron asesinados en la localidad de Ronaldillo, en el Valle del Cauca (Colombia) a medianoche del viernes 27 de septiembre, en lo que, de acuerdo a las autoridades, se habría tratado de un robo.

El asesinato de los padres Bernardo Echeverri, de 60 años, y Héctor Fabio Cabrera, de 35, se produjo con arma blanca, al interior de la iglesia de San Sebastián.

El Padre Cabrera había sido ordenado recién en marzo de 2012.
Los vecinos de la zona indicaron a la prensa local que los sacerdotes eran muy queridos por la comunidad.

Como mecanismo para dar con los autores del crimen, el alcalde de Ronaldillo, Julián Cabrera, señaló que junto con las autoridades policiales están considerando poner una recompensa para quien de pistas que los permitan arrestar.

El coronel Mariano Botero reconoció que, en el marco de las investigaciones, "hay varios indicios que nos llevan a creer" en la tesis del robo.

De acuerdo al coronel Botero, los asesinos se habrían escondido al interior de la parroquia colombiana "y esperaron hasta altas horas de la noche para perpetrar el robo".