Los católicos en China, una pequeña minoría que aún sufre la persecución e incomprensión de las autoridades, celebran la Navidad con alegría a pesar de las prohibiciones impuestas por el Gobierno.
La Navidad de este año es distinta a la del año pasado porque "las autoridades oficiales han creado una creciente atmósfera política de tensión", comenta un sacerdote chino a la agencia Asia News.
Entre las prohibiciones de las autoridades están la de tener jóvenes menores de 18 años en las iglesias y realizar cualquier acto religioso público. Sin embargo, explica la agencia que "los católicos chinos encuentran nuevos caminos para celebrar el Adviento y la Navidad".