24 de julio de 2014 / 06:37 PM
"Distribuimos alimentos y comidas calientes, leche y las cosas básicas para los niños, combustible para los generadores eléctricos", menciona el sacerdote palestino Raed Abusahliah, director de Cáritas Jerusalén al relatar que las iglesias y las escuelas se han convertido en refugio de miles de personas que huyen de la violencia entre el ejército israelí y el grupo islámico Hamas.
En medio del conflicto, en el que 130 mil personas se encuentran desplazadas por las operaciones militares israelíes, los cristianos continúan siendo solidarios. Unos 1.300 palestinos, en su mayoría musulmanes, han sido refugiados en la iglesia greco-ortodoxa de San Porfirio en Gaza y otros setecientos se encuentran en la Iglesia Católica de la Sagrada Familia.
Allí Cáritas Jerusalén ha tomado bajo su responsabilidad a los refugiados de la iglesia ortodoxa y la escuela católica, buscando hacer frente a la emergencia de los que tuvieron que abandonar sus hogares y en donde los Centros de salud de Gaza no se dan abasto para atender a las más de 4 mil víctimas.