Los equipos de Cáritas de Cádiz y Ceuta y Asidonia Jerez (España), expresaron su profunda preocupación ante "uno de los más graves dramas humanos de la inmigración ocurridos en las cercanías de la frontera de Ceuta, que ha desembocado en la muerte de 15 jóvenes".

A través de un comunicado, se unieron "a todos aquellos que expresan su dolor sincero por la muerte de estas personas, al tiempo que denunciamos el fracaso de una sociedad que no consigue abordar las causas que originan estas muertes".

En los últimos días ha aumentado el número de personas que han intentado cruzar la frontera que separa la ciudad española de Ceuta y Marruecos.

Estas delegaciones de Cáritas atienden a numerosas personas inmigrantes y por eso han hecho un llamamiento "a los Gobiernos de todos los países afectados en estos graves sucesos generados por una inmigración desesperada y concretamente a la UE, que se aborden las políticas y los medios necesarios para evitar que se repitan estas terribles tragedias".

Además, expresaron el "deseo de que este paso fronterizo terrestre y las aguas que separan las dos orillas dejen de ser espacios de dolor, sufrimiento, dramas y muertes, que no vienen a otra cosa que a poner de manifiesto el fracaso de la capacidad de los pueblos para solucionar de otra forma los problemas".

Los directores de Cáritas de Cádiz y Ceuta y de Asidonia Jerez recordaron las palabras que el Papa Francisco dijo en Lampedusa: "Sólo me viene la palabra vergüenza. Es una vergüenza".

Finalmente subrayaron que la Doctrina Social de la Iglesia explica que la inmigración puede ser un recurso más que un obstáculo para el desarrollo, y que los inmigrantes deben ser recibidos en cuanto personas y ayudados, junto con sus familias, a integrarse en la vida social.