En este marco, continuó, es importante recordar que "la parroquia (que no es una estructura caduca), como nos dice el Papa Francisco, es la presencia eclesial en el territorio, ámbito de la escucha de la Palabra, del crecimiento de la vida cristiana, del diálogo, del anuncio, de la caridad generosa, de la adoración y de la celebración".
Asimismo, indicó, "todas las demás instituciones eclesiales, comunidades de base y pequeñas comunidades, movimientos y otras formas de asociación, son una riqueza de la Iglesia que el Espíritu suscita para evangelizar todos los ambientes y sectores".
El Cardenal Osoro también hizo votos para que "todos los llamados a vivir la vocación laical sepan elegir y juntos encontrar cauces para crecer como discípulos misioneros".
Esto, concluyó, se puede hacer "viviendo en comunidad y con la necesidad de asumir un compromiso cada día más fuerte en el mundo, lo cual nos va a exigir una formación fuerte y renovada, que se manifieste en vivir la misión como un proceso".