Al recibir este lunes las cartas credenciales de la nueva embajadora de Brasil ante la Santa Sede, Vera Barrouin Machado, el Papa Juan Pablo II exhortó al país sudamericano a impulsar la lucha contra la pobreza, manteniendo su identidad católica.
En su discurso, el Pontífice recordó que Brasil es un país que “conserva en su mayoría la fe cristiana” y pidió que los brasileños “sigan fomentando y divulgando los valores de la fe, sobre todo cuando se trata de reconocer de modo explícito la santidad de la vida familiar y la salvaguarda del niño que va a nacer, desde el momento de su concepción”.
Tras hacer hincapié en el grave problema de la pobreza, Juan Pablo II afirmó que “el compromiso por atender las necesidades de los más desfavorecidos debe ser una prioridad fundamental. Me llena de satisfacción que su gobierno considere esto como un objetivo, para el que procura que confluyan los mejores esfuerzos y recursos”.