Doce muertos y más de 50 heridos dejó un nuevo atentado contra la minoría cristiana en Siria, luego que un auto con explosivos estallara ayer martes 28 durante un cortejo fúnebre en el que iban a ser enterrados otros dos cristianos, víctimas también de un ataque ocurrido el día anterior.

La agencia Fides informó que el hecho ocurrió en Jaramana, un suburbio de Damasco donde viven unas 600.000 personas, en su mayoría pertenecientes a las minorías religiosas y entre los que se encuentran 250.000 cristianos.

“Se trata de actos terroristas: no sabemos quién está detrás, ciertamente se trata de grupos que quieren destruir a Siria. Bandas armadas de yihadistas comenzaron a sembrar el terror”, señaló a Fides un líder católico que pidió permanecer en el anonimato.

La fuente señaló que la propaganda que llega desde Occidente y que señala a los cristianos como afines al régimen de Bashar al Assad, afecta a esta minoría religiosa.

“El punto es que, incluso en Occidente, los cristianos son retratados a menudo como amigos del régimen o colaboradores de la represión, pero no es así. Los cristianos están con el pueblo sirio y sólo quieren la paz. Pero esta propaganda da a los grupos terroristas infiltrados entre los rebeldes, un pretexto para atacarnos”, advirtió.

Así como en Jaramana, los cristianos del barrio de Zamalka sufren también el acoso de grupos armados yihadistas. En este suburbio una familia de cristianos armenios fue encontrada asesinada, y todos los miembros de la familia decapitados horriblemente.