Desde el avión que lo llevó a Cuba, el Papa Benedicto XVI envió un telegrama al Presidente Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, en el que pide a los mexicanos vivir en consonancia a las "vigorosas raíces cristianas" de la nación.
El Santo Padre "complacido a las innumerables atenciones recibidas", confió "a la amorosa protección de Nuestra Señora de Guadalupe a los queridísimos hijos e hijas de esa noble nación, para que, en consonancia con sus vigorosas raíces cristianas, continúen fomentando por doquier los valores morales y cívicos, y así se consolide la convivencia social por los caminos de la paz, la concordia y la solidaridad".
El Santo Padre reiteró su "profundo agradecimiento a vuestra excelencia y a las demás autoridades, así como a los pastores y fieles de esa amada tierra, por la fina hospitalidad que me han dispensado en estos días".