30 de enero de 2013 / 04:48 PM
Con su encuentro de este domingo con los obispos de Italia, el Papa Benedicto XVI completó en sus siete años de Pontificado las visitas 'ad limina' de todos los obispos del mundo a la Sede Apostólica.
El Prefecto de la Congregación para los Obispos, Cardenal Marc Ouellet, aseguró que "a través del encuentro del obispo con el Papa se refuerza la unidad y la colegialidad entre los obispos y el sucesor de Pedro".
En esta línea, el Cardenal Oullet indicó en una entrevista a Radio Vaticana, recogida por Europa Press, que "cuando un obispo llega a Roma, trae consigo las alegrías, esperanzas y sufrimientos de su Iglesia" por lo que al compartir "cada obispo se siente sostenido por el Papa y los obispos para desenvolver su misión a favor de la justicia y de la paz".