Diversos representantes del gobierno de Estados Unidos señalaron que la resolución pro gay de la ONU, dada a conocer el viernes 17 de junio, constituye una "victoria" para la política internacional de la administración del Presidente Barack Obama.
Pese a las informaciones de los medios seculares que calificaron de "histórica" y "sin precedentes" la resolución, el texto en realidad solo pide la realización de un estudio sobre "las leyes discriminatorias y las prácticas de violencia en contra de individuos a causa de la orientación sexual y la identidad de género".
El estudio, señala la resolución, determinará cómo "las leyes sobre derechos humanos internacionales pueden usarse para poner fin a esta violencia". Un panel debatirá los resultados una vez que se concluya el análisis.