Para desbaratar la "estrategia proselitista camaleónica" de las sectas que disfrazan u ocultan su real identidad asimilándose a la religión católica, el Arzobispado de Burgos prohibió que los locales de instituciones de la Iglesia sean cedidas a estos grupos para realizar sus actividades.
En un comunicado de la Vicaría de Pastoral, la arquidiócesis denuncia el proselitismo "malo" y "fanático" de las sectas "que recurre al camaleonismo táctico que amortigua su propia identidad para asimilarse a la religión mayoritaria en cada lugar, el catolicismo en España". Así, continúa la nota, "las sectas encuentran inicialmente menos resistencia. Una vez ganado el corazón de alguien, sus ‘razones’ obnubilarán las de la ‘razón" y será más fácil convertirlo en adepto".
El Arzobispado advierte que "uno de los recursos de esta estrategia proselitista camaleónica es el uso de locales católicos (colegios, casas diocesanas o de religiosos y religiosas de ejercicios espirituales, etc.) para que las sectas celebren sus conferencias, semanas de retiro o de convivencia, etc.".