26 de febrero de 2009 / 02:27 AM
El Presidente de la Pontificia Academia para la Vida, Mons. Rino Fisichella, resalta que "el anuncio de la vida pertenece al ADN de la Iglesia porque ella es testimonio directo no solo del pleno valor que la vida personal posee, sino sobre todo porque anuncia una vida que ha vencido el límite de la muerte".
En un artículo publicado en L'Osservatore Romano, el Prelado hace esta afirmación como parte de una reflexión sobre la Instrucción Dignitas personae sobre algunas cuestiones de bioética, que la Congregación para la Doctrina de la Fe diera a conocer en diciembre de 2008.
En el texto, Mons. Fisichella explica que "es en torno a esta dimensión que se encuentran y desencuentran las distintas visiones sobre la vida humana, pero es también este el espacio en donde confluyen las preguntas que exigen una respuesta cargada de sentido, que no esté más sujeta a las hipótesis o teorías de trabajo, sino que sea capaz de dar certeza para permitir construir la vida de cada uno sobre un fundamento real, estable y seguro".