En su discurso de despedida en el aeropuerto internacional de Porto, el Papa Benedicto XVI hizo votos para que su visita genere en la comunidad católica de Portugal y del mundo entero un "renovado ardor espiritual y apostólico" y que el Evangelio sea acogido íntegramente y testimoniado con pasión.
Al inicio de su discurso el Santo Padre recordó "en mi espíritu la intensidad de tantos momentos vividos en esta peregrinación a Portugal" y agradeció a todos quienes hicieron posible esta visita que concluye hoy.
A los organizadores, autoridades civiles y militares, entre los que se encontraban el Presidente Anibal Cavaco y diversos obispos, el Papa deseó "toda clase de bienes. Los medios de comunicación social me han permitido acercarme a muchas personas, a las que no me era posible ver de cerca. También a ellos les estoy muy agradecido".