13 de abril de 2012 / 01:28 AM
Esta semana, la prensa italiana convirtió a un sacerdote de Porto Garibaldi en blanco de severas críticas por haber negado la Primera Comunión a un niño con discapacidad intelectual. El Arzobispo de Ferrara-Camacchio, Mons. Paolo Rabitti, salió en defensa del presbítero y explicó que no fue la discapacidad sino la falta de preparación de la familia, la que llevó a tomar esta decisión.
En declaraciones a Radio Vaticana, Mons. Rabitti explicó que el sacerdote Piergiorgio Zaghi intentó ofrecer sin discriminación alguna la misma formación que se da a todos los menores que reciben la Primera Comunión.
El párroco de Porto Garibaldi ofrece a los niños una preparación de dos años para recibir este sacramento. "El camino de preparación se hizo intensivo desde octubre. La Primera Comunión tuvo lugar en un día muy significativo –el Jueves Santo, y unos padres ajenos a la parroquia se dirigieron al párroco el 29 de febrero para que su hijo discapacitado mental también celebrase la Primera Comunión".