Los Obispos de El Salvador y grupos defensores de la vida en el país denunciaron una ofensiva del lobby feminista anti-vida para legalizar el aborto, manipulando el caso de "Beatriz" –nombre supuesto–, una joven embarazada que padece lupus y que lleva en el vientre a un bebé anencefálico.
La presión abortista, apoyada por diversos medios de comunicación nacionales e internacionales, busca –intentando convencer a la opinión pública de la supuesta necesidad del aborto terapéutico en el caso de "Beatriz"– que se introduzcan modificaciones a la legislación de El Salvador.
La Conferencia Episcopal de El Salvador, en un comunicado difundido el 27 de abril, aseguró que, contrariamente a lo dicho por el lobby abortista en el país, "denegar el procedimiento solicitado por 'Beatriz', en función de la protección del que ha de nacer, no constituye violación de derechos constitucionales".