Cuando un cardenal es creado, recibe dos objetos importantes: la birreta y el anillo cardenalicio. Este último simboliza el compromiso matrimonial con la Iglesia de Roma y con la Iglesia universal. En 2012, el Papa Benedicto XVI modificó el rito, disponiendo que el anillo cardenalicio se entregue el mismo día del consistorio y ya no durante la Misa que se celebra al día siguiente.
4. Ayuda directa al Santo Padre
Los cardenales forman parte del Colegio Cardenalicio, que tiene la responsabilidad de elegir al nuevo Papa en un cónclave cuando el Pontífice reinante fallece o renuncia. Además, brindan apoyo al Santo Padre en su labor de servicio a la Iglesia en todo el mundo. El Código de Derecho Canónico establece: "Los Cardenales de la Santa Iglesia Romana constituyen un Colegio peculiar, al que compete proveer a la elección del Romano Pontífice, según la norma del derecho peculiar; asimismo, los Cardenales asisten al Romano Pontífice tanto colegialmente, cuando son convocados para tratar juntos cuestiones de más importancia, como personalmente, mediante los distintos oficios que desempeñan, ayudando al Papa sobre todo en su gobierno cotidiano de la Iglesia universal" (c. 349).