28 de julio de 2005 / 10:47 AM
En un encuentro en Introd, el pasado lunes, con el clero de la diócesis de Aosta, el Papa Benedicto XVI reconoció la situación dolorosa de los casados por la Iglesia y vueltos a casar que desean recibir la comunión eucarística y reveló que, como Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, habia pedido analizar si la falta de fe en la celebración del matrimonio podría ser “motivo de invalidez” por tratrase de una “dimensión fundamental”.
El diario vaticano L'Osservatore Romano publicó este miércoles el texto completo de la intervención del Papa en la que al hablar de los divorciados que se han vuelto a casar dijo que era "particularmente dolorosa la situación de los casados por la Iglesia, que contrajeron matrimonio por tradición sin ser verdaderamente creyentes y que después, en un nuevo matrimonio no válido, encuentran la fe y se sienten excluidos del sacramento (de la Eucaristía)".
Asimismo, el Santo Padre recordó que cuando era Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, invitó a diversas Conferencias Episcopales a estudiar el tema de un "sacramento celebrado sin fe" y de si "realmente se podía encontrar en él un motivo de invalidez porque carecía de una dimensión fundamental". "Es un problema muy difícil –dijo el Papa– y hay que analizarlo bien".