Otrora señalado como el país modelo en materia de control de natalidad, Japón está ahora viendo la manera de revertir la grave disminución de la natalidad y el envejecimiento acelerado que, según las últimas estadísticas, podría reducir la población del país a la mitad.
Según el Ministerio de Salud japonés, la tasa de fecundidad de 2003 fue de 1,29 niños por mujer, el punto más bajo en la historia del Japón y muy lejos de la tasa de 2,5 necesaria para la reposición poblacional.
Con esta tasa, los demógrafos estiman que en 2050 la población japonesa retrocederá de 127 millones a 100 millones, en 2100 pasará a 64 millones y en unos pocos siglos más se extinguirá.