Una niña cristiana en Punjab (Pakistán), secuestrada durante ocho meses por dos extremistas islámicos, fue violada por uno de ellos, obligada a casarse con él y a convertirse al Islam.
Según informa la agencia vaticana Fides, Ana (nombre ficticio de la niña) fue secuestrada por dos hombres musulmanes en diciembre de 2010. Luego de haber sido golpeada y violada por varios días, fue obligada a firmar su conversión al Islam y a casarse con Muhammad Irfan, uno de los criminales.
En la comunidad cristiana de Pakistán existe un gran resentimiento por un nuevo caso de violencia "sin ser castigado", pese a que los padres de la niña presentaron la denuncia contra los secuestradores.