El Papa Benedicto XVI designará en poco tiempo un delegado especial que trabajará en facilitar un diálogo entre los obispos japoneses y las autoridades del Camino Neocatecumenal, que permita resolver las diferencias entre los pastores y el movimiento católico.
En diciembre, los obispos japoneses se reunieron en el Vaticano y expresaron su descauerdo sobre el futuro del movimiento en su país. Aunque el Camino ha estado presente en Japón desde hace casi 40 años, recientemente las relaciones entre los obispos católicos y el movimiento sufrieron tensiones.
En 2009, los obispos cerraron un seminario del Camino, argumentando que el grupo se había convertido en un factor de división en muchas comunidades católicas locales. Y el mes pasado, una delegación encabezada por Mons. Leo Ikenaga, Presidente de la Conferencia Episcopal, viajó a Roma para solicitar la aprobación de un plan para suspender las actividades del movimiento en su país por cinco años.