En comunicación con ACI Prensa, el Nuncio Apostólico en Haití, Mons. Bernardito Auza, dio a conocer la dramática situación de la Iglesia en Haití tras el terremoto de este martes. Explicó, entre otras cosas, que debido a la falta de energía eléctrica que impide la conservación de los cadáveres, el Arzobispo de Puerto Príncipe, Mons. Serge Miot, tendrá que ser sepultado rápidamente.
Tras indicar que él mismo y sus colaboradores tienen que acampar en el jardín en las afueras de la Nunciatura, el Arzobispo explicó que "tenemos grandes dificultades logísticas por diversos motivos. No tenemos reservas de agua y las estaciones de combustible están cerradas. Catholic Relief Service (la agencia de ayuda de los obispos de Estados Unidos) tiene una gran presencia aquí y tal vez el centro de operaciones será transferido a Gonaives porque en Puerto Príncipe las cosas están difíciles: falta todo".
Al hablar luego del fallecido Arzobispo, el Nuncio comentó que habría muerto "mientras esperaba en el balcón de su cuarto a alguna persona para salir a una ceremonia. La fuerza del terremoto lo botó del mismo de cabeza y parece haber muerto tras el impacto. Aquí no hay electricidad y hemos decidido ayer transferir su cuerpo a Saint Marc, en Gonaives".