En fiesta de San Cayetano, Cardenal Bergoglio pide a argentinos asistir a "pobres reales"

El Arzobispo de Buenos Aires, Cardenal Jorge Mario Bergoglio, presidió la Misa central en honor de San Cayetano en el santuario del barrio porteño de Liniers y en su homilía pidió a los argentinos dar una respuesta desde la fe cristiana a la dramática situación de quienes padecen pobreza, desempleo, enfermedades e injusticia.

"Vivimos con situaciones de pobreza escandalosa, de falta de trabajo, o estas enfermedades que masivamente, con gripe y dengue, pegan más duro por la falta de justicia", explicó el Purpurado ante miles de peregrinos que llegaron a pedir y agradecer al Patrono del Pan y del Trabajo.

Asimismo, recordó que "no hay que buscar justicia, pan y trabajo con sed de venganza y odio, hay que buscarla con la fe de los cristianos, y con eso sobra".

"Vivimos una situación muy difícil. El mundo de hoy es muy cruel. Primero excluye borrando los rostros de la gente para luego no sentir nada cuando los desprecia y desecha como sobrante. En nuestra Ciudad, lo vemos todos los días, hay gente que tiene sitio y cabida, y hay gente que sobra, que son dejados de lado, tirados como verdaderos volquetes existenciales. Cuánta gente, cada día más, duerme en la calle, en plena Plaza de Mayo, en pleno corazón de la Ciudad", afirmó.

También llamó la atención sobre "este mundo cruel", que "borra los rostros reales, haciendo que los veamos solamente por televisión. Eso no es lo mismo. En la televisión hay imágenes que pasan a mil, uno ve todo pero no ve a nadie, uno ve pero no siente".

Desde las cero horas de hoy viernes, miles de peregrinos visitaron el santuario porteño. Según informa la agencia AICA, "la primera en ingresar fue Delia Noris Lencina, una peluquera de 66 años que desde 22 años recorre de rodillas el trayecto desde el pórtico del templo hasta el lugar donde está emplazada la imagen del santo. La mujer, ataviada con poncho y cubierta por una bandera argentina, fue seguida por un grupo de discapacitados en sillas de ruedas".

Muchos fieles esperaron durante semanas en carpa o a la intemperie para participar de esta fiesta de fe que lleva por lema "Con San Cayetano buscamos justicia, pan y trabajo".

Los peregrinos que van a San Cayetano donaron desde julio de 2008 a junio de 2009 unos 45.780 kilos de alimentos y 10.890 bolsas de ropa y calzados, según un balance de los responsables del templo del barrio porteño de Liniers.

Los fieles llevan esas donaciones en vez de homenajear al santo con velas y flores, un gesto que se repite desde los años 70, cuando se solidarizaron con las víctimas de un terremoto ocurrido en Perú.

"Lo notable es que las donaciones son de gente pobre para otra gente pobre. Por ahí traen una bolsita de yerba o de arroz, y así vamos sumando", dijo el párroco del templo, Gerardo Castellano.