26 de agosto de 2008 / 10:51 AM
El Obispo de Santiago del Estero (Argentina), Mons. Francisco Polti, lamentó las acusaciones y "graves injurias" que sin pruebas concretas los medios de comunicación social difundieron contra sacerdotes de su diócesis y la Iglesia, tras las medidas que se vio obligado a tomar ante la rebeldía de un presbítero a su cargo.
El Prelado argentino explicó que la suspensión de la licencia del P. Ariel Álvarez para enseñar teología y publicar libros o artículos, tuvo como objetivo "ser una ayuda espiritual para esta Iglesia diocesana y, a la vez, abrir un camino para que el sacerdote revise su actitud en espíritu de humildad, obediencia y comunión".
Asimismo, lamentó que "en distintas oportunidades, incluido algún medio de comunicación social, se manifestaron acusaciones hacia sacerdotes de la diócesis, faltando a la caridad cristiana, y al don de la vocación sacerdotal, regalo de Dios, sin pruebas concretas y que llevan a cometer graves injurias, que atentan no sólo contra los presbíteros, sino también contra la Iglesia".