En su visita a la localidad italiana de Brindisi, el Papa Benedicto XVI recordó a la juventud que "sois el rostro joven de la Iglesia; no dejéis de ofrecerle vuestra aportación para que el Evangelio que proclama se difunda por doquier. Sed apóstoles de vuestros coetáneos".
El Santo Padre afirmó también a los jóvenes que "conozco en particular el peso que grava sobre tantos de vosotros y sobre vuestro futuro debido al fenómeno dramático del desempleo. Del mismo modo sé que vuestra juventud está asediada por la lisonja de fáciles ganancias, de la tentación de refugiarse en paraísos artificiales o de formas distorsionadas de satisfacción material".
"No sucumbáis a las insidias del mal! Buscad ante todo una existencia rica de valores, para dar vida a una sociedad más justa y abierta al futuro. Depende de vosotros que el progreso llegue a ser un bien para todos. Y el camino del bien tiene un nombre: amor", precisó el Papa.