El Papa Benedicto XVI dedicó la Audiencia General de este miércoles a San Esteban, el primer mártir cristiano, y recordó que la caridad social no puede estar separada del anuncio del Evangelio.
Ante siete mil personas reunidas en el Aula Pablo VI, el Pontífice recordó que “San Esteban es el más representativo de un grupo de siete compañeros que se ocupaban del servicio caritativo” de los necesitados de la comunidad cristiana, fueran de origen griego o judío.
“La tradición ve en este grupo el germen del futuro ministerio de los diáconos, a los cuales impusieron las manos los apóstoles”, agregó.