8 de diciembre de 2005 / 11:20 AM
Durante la extensa homilía pronunciada en la Basílica de San Pedro con ocasión de la Solemindad de la Inmaculada Concepción, el Papa Benedicto XVI recordó que María nos enseña que la libertad del hombre no se plenifica en contra de Dios, sino solamente con él.
María, señaló el Santo Padre, es la prueba de que “Dios no ha fallado. En la humildad de la casa de Nazaret vive el Israel santo, el resto puro. Dios ha salvado a su Pueblo”, dijo el Pontífice.
El misterio del mal en el hombre