El Papa Benedicto XVI destacó este domingo durante la celebración eucarística por motivo de la clausura del Año de la Eucaristía y del Sínodo de los Obispos, que la Eucaristía es fuente de santidad y alimento espiritual para la misión en el mundo, don y misterio que se nos manifiesta y comunica la plenitud del amor de Dios.
Aliniciar su homilía, el Santo Padre hizo notar como “Jesús realiza en sí mismo y en la propia acción salvífica la síntesis viviente de lasdos grandes palabras de la antigua Alianza: ‘Amarás al Señor tu Dioscon todo el corazón’ y ‘amarás a tu prójimo como a ti mismo’”.
“En la Eucaristía –continuó– nosotros contemplamos el Sacramento de esta síntesis viviente de la ley: Cristo nos entrega en sí mismo la plena realización del amor a Dios y del amor a los hermanos”.