Miércoles 2 de julio

Evangelio según San Mateo, capítulo 8, versículos del 28 al 34


Expulsión de demonios.

28 Y cuando llegó a la otra orilla, al país de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de unos sepulcros y eran en extremo feroces, tanto, que nadie podía pasar por aquel camino. 29 Y se pusieron a gritar: "¿Qué tenemos que ver contigo, Hijo de Dios? ¿Viniste aquí para atormentarnos antes de tiempo?" 30 Lejos de ellos pacía una piara de muchos puercos. 31 Los demonios le hicieron, pues, esta súplica: "Si nos echas, envíanos a la piara de puercos". 32 Él les dijo: "Andad"; a lo cual ellos salieron y se fueron a los puercos. Y he aquí que la piara entera se lanzó por el precipicio al mar, y pereció en las aguas. 33 Los porqueros huyeron, y yendo a la ciudad refirieron todo esto, y también lo que había sucedido a los endemoniados. 34öEntonces toda la ciudad salió al encuentro de Jesús y, al verlo, le rogaron que se retirase de su territorio.

Comentario

28. Gadara, ciudad situada al este del mar de Galilea. Marcos (5, 1) dice "Gerasa"; Lucas (8, 26), "Gergesa"; Vulg.: "Gerasa".

34. Los gadarenos representan a los que rechazan la luz de Cristo, pidiéndole "que se retire de su país", o sea de sus casas y corazones, porque aman más las tinieblas que la luz (Juan 3, 19). Cf. Luc. 8, 36 s.


Estos comentarios corresponden a la versión electrónica de la Biblia y Comentario de Mons. Juan Straubinger, cortesía de VE Multimedios